Últimamente percibo en redes sociales una gran afición a las crónicas gastronómicas, personas que acuden a restaurantes y plasman con fotografías y comentarios sus experiencias culinarias; también he observado un creciente aumento de blogs de amantes de la buena cocina. Sin duda el mundo de la restauración está de moda, y por eso la fotografía gastronómica, también llamada fotografía publicitaria de alimentos es una disciplina que va a la par en incremento. Cada vez son más los restaurantes que buscan un fotógrafo publicitario de alimentos para plasmar de una manera atractiva sus creaciones culinarias. Una fotografía gastronómica bien cuidada es fundamental para cautivar a los potenciales comensales y aumentar por tanto la cuenta de facturación.
Las imágenes pueden aparecen en folletos publicitarios, páginas web y en las cartas de los restaurantes. El objetivo de mis clientes puede variar, algunos sólo buscan una fotografía publicitaria de alimentos donde el producto se vea sin más, sin decoración ni efecto alguno, otros, buscan un reportaje fotográfico gastronómico más creativo, dándome la oportunidad de mejorar aspectos estéticos que den fuerza a la imagen; por ejemplo el uso de distintos fondos o distintos complementos que ayuden a dar contexto: tipos de vajilla, cucharas, tenedores, servilletas, manteles variados, parte de los ingredientes que se han utilizado, una botella de vino, un copa, etc. Las posibilidades son múltiples. En ocasiones el fotógrafo gastronómico puede fotografiar el resultado del plato una vez finalizado, otras fotografía el proceso de creación de la receta e incluso hay clientes que quieren imágenes publicitarias del lugar, cocina, sala, o el propio servicio de restauración.
Con este post quiero mostraros algunos de mis trabajos como fotógrafo gastronómico de Alicante. He tenido el placer de realizar reportajes fotográficos gastronómicos para varios restaurantes de la zona: restaurante Belvedere en Benidorm, restaurante Andra Mari en Campello, restaurantes Sushi Tapas en Elche y Santa Pola, restaurante Columbus en el Albir. Estos trabajos me han dado la oportunidad de probar restaurantes exquisitos de Alicante (la mayoría de las veces el fotógrafo publicitario de alimentos acaba comiéndose todo lo que fotografía). Bromas aparte, me han dado la oportunidad de mejorar en esta especialidad de la fotografía publicitaria, que tiene peculiaridades que a continuación paso a explicar.
Una buena fotografía publicitaria de alimentos debe transmitir la textura real de los alimentos. Es esencial trabajar en sinfonía con el chef, planificando con antelación, ensayando tomas y cuidando cada detalle. Cuando llega el plato se dan los últimos y breves retoques (braseado, gotas para dar frescura, etc.) y solo queda disparar para obtener una fotografía gastronómica que te haga salivar al instante, muy apetecible a la vista. . ¿Te apetece un bocado?
